La dirección de la cura, hoy

Invitado Internacional: Domenico Cosenza
Psicoanalista en Milán, AME, miembro de la SLP (Scuola Lacaniana di Psicoanalisi) y de la AMP (Asociación Mundial de Psicoanálisis). Recientemente nombrado AE (Analista de la Escuela) y actual Presidente de la Euro Federación de Psicoanálisis. También es profesor en el Departamento de Psicología de la Universidad de Pavia y docente del Instituto Freudiano. Es autor de varios libros, algunos de ellos traducidos al español: El muro de la anorexia (Gredos, 2013), La comida y el Inconsciente (Tres Haches, 2013), Jacques Lacan y el problema de la técnica en psicoanálisis (Gredos, 2008)

Argumento

En este Seminario trataremos el tema de la dirección de la cura en la orientación lacaniana, a partir de la lectura de los textos clásicos de Lacan «La dirección de la cura y los principios de su poder», «Intervención sobre la transferencia», y «Variantes de la cura tipo». El intento del trabajo será de leer estos textos clásicos a la luz de las exigencias de la clínica de hoy, y teniendo en cuenta los desarrollos de la última enseñanza de Lacan.

Los pivotes de la rectificación subjetiva, de la instalación de la transferencia, de las condiciones y de las modalidades de la interpretación, de la posición del analista en la cura – temas claves en estos escritos – serán reinterrogados a la luz del inconsciente como real es decir, del pasaje epocal del inconsciente a la noción de parlêtre o hablanteser. Lo haremos siguiendo las puntuaciones que nos ha ofrecido Jacques-Alain Miller en su lectura reciente de Lacan en su texto «El inconsciente y el cuerpo hablante».

Teniendo en cuenta las nuevas formas de malestar que se manifiestan y se desencadenan masivamente en las ultimas décadas en el tiempo lógico del pasaje a la pubertad, hemos elegido también como referencia de lectura el escrito del ultimísimo Lacan «Prefacio a El despertar de la primavera» de 1974. Este texto nos esclarecerá sobre los impasses en la adolescencia contemporánea, y nos ayudará en pensar con Lacan el problema de la dirección de la cura en el siglo XXI.

Ponentes a cargo de los segmentos del Seminario:

  • Disciplina del comentario: Carolina Puchet Dutrénit y Gabriel Roel
  • Lógica de la cura: Edna Gomez Murillo y Aliana Santana
  • Perspectivas del concepto: Cintyha Estrada Plançón y José Juan Ruiz Reyes

Párrafo escogido por Carolina Puchet Dutrénit.
Extraído del texto: El inconsciente y el cuerpo hablante, Jacques-Alain Miller, Presentación del tema del X Congreso de la AMP en Río de Janeiro, 2016. http://www.wapol.org
«La interpretación no es un fragmento de construcción que apunta a un elemento aislado de la represión, como pretendía Freud. No es la elucubración de un saber. Tampoco es un efecto de verdad absorbido enseguida por la sucesión de las mentiras. La interpretación es un decir que apunta al cuerpo hablante, y para producir un acontecimiento, para llegar a las tripas, decía Lacan – eso no se anticipa, sino que se verifica con efecto retroactivo (après coup), porque el efecto de goce es incalculable. Todo lo que el análisis puede hacer es concordar con la pulsación del cuerpo hablante para insinuarse en el síntoma. Cuando se analiza el inconsciente, el sentido de la interpretación es la verdad. Cuando se analiza el parlêtre, el cuerpo hablante, el sentido de la interpretación es el goce. Este desplazamiento de la verdad al goce da la medida de aquello en lo que se convierte la práctica analítica en la era del parlêtre.»

Párrafo escogido por Gabriel Roel.
Extraído del texto: Dirección de la cura y los principios de su poder, Jacques Lacan, Escritos 2, Siglo XXI, editores argentina, 2002. Párrafo 18, Parte V
«¿A qué silencio debe obligarse ahora el analista para sacar por encima de ese pantano el dedo levantado del San Juan de Leonardo, para que la interpretación recobre el horizonte deshabitado del ser por donde debe desplegarse la virtud alusiva?»

 

Bibliografía

Jacques Lacan

  • «Intervención sobre la transferencia» (1951), Escritos, Siglo XXI, Buenos Aires-Mexico 1984, vol. 1, pp. 204-217.
  • «Variantes de la cura tipo»(1955), Escritos, cit., pp. 311-348.
  • «La dirección de la cura y los principios de su poder» (1958), Escritos, cit., vol. 2, pp. 565-626.
  • «Prefacio a El despertar de la primavera» (1974), Otros escritos (2001), Paidós, Buenos-Aires-Barcelona-Mexico, 2012, pp. 587-589.

Jacques-Alain Miller, «El inconsciente y el cuerpo hablante. Presentación del tema del X Congreso del AMP», AMP, Scilicet. El inconsciente y el cuerpo hablante. Sobre el inconsciente en el siglo XXI

http://wapol.org/es/articulos/Template.asp?intTipoPagina=4&intPublicacion=13&intEdicion=9&intIdiomaPublicacion=1&intArticulo=2742&intIdiomaArticulo=1

Fecha: 02/06/2018
Horario: 09:30 Hrs – 18:00 Hrs
Modalidad: Presencial
Lugar: Auditorio del Museo León Trotsky. Río Churubusco 410, Del Carmen, Benito Juarez, CP: 03340, CDMX

Informes:✉ asistente.nel.mexico@gmail.com
📞 (55) 7028 4439

Cuota de recuperación:

  • Profesionistas y Público en general $900.00 MNX
  • Estudiantes $600.00 MNX

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N° Cta. 0326428652
Nueva Escuela Lacaniana
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IV JORNADAS DE LA NEL-cf CDMX:
PRESENCIAS DEL ANALISTA TEXTO DE ORIENTACIÓN
EJE: Presencias… en la ciudad y la época

Un despertar

¿Cuál podría ser la incidencia política un poco más allá de esta presentación negativa?

Tal vez cierto efecto de despertar. Un despertar respecto de aquello de lo que en

definitiva se trata en los ideales sociales: del goce y de la distribución del plus-de-gozar.

 (Jacques-Alain Miler)

Desde hace tiempo los analistas hemos afrontado el desafío ético de hacer a un lado la rutina del consultorio y asumir una presencia en los dispositivos comprometidos con la salud mental en nuestras ciudades, así como en los debates públicos con el Otro social. En este aspecto, no cabe desconocer que, más allá de la vigencia del discurso del analista y sus consecuencias prácticas, en una perspectiva más amplia, se trata del consentimiento a la convocatoria de Lacan de alcanzar “una incidencia política donde el psicoanalista tendría su lugar si fuese capaz de ello”[1]. Por supuesto, para estar a la altura de la época, ello exige al deseo del analista el miramiento por los síntomas de la actualidad, los impases en lo social, y el aggiornamiento permanente respecto de los discursos emergentes que se imponen al compás de cada tiempo.

Ahora bien, ¿De qué presencia se trata?, ¿Cómo pensar esa presencia?

Más allá del analista causa del trabajo del sujeto supuesto saber, correspondiente a la dimensión transferencial del inconsciente, encontramos una clara orientación en el Capítulo X del Seminario 11 Los cuatro conceptos fundamentales del psicoanálisis. Allí Lacan nos advierte sobre la presencia del analista, primordialmente, como una manifestación del inconsciente. Y es sólo desde ahí como tiene lugar su presencia real, más allá del par imaginario del a-a´, desidealizando, a su vez, la figura y la persona del analista, para reducir su función a la de un resto, “un resto fecundo” –en tanto una presencia muy particular que se pone en juego solamente en el arte de escuchar del analista. “El arte de escuchar casi equivale al del bien decir”[2].

Como vemos, ello no será ciertamente exclusivo de la experiencia analítica. Esta función estará activa en todos los vínculos donde se trata de la relación del sujeto con el saber y el goce. “Se trata en estos vínculos siempre de una relación transferencial encarnada en la persona que se supone agente de la acción, pero esa atribución de saber a la persona deja en realidad encubierta la relación del sujeto con el saber de su propio inconsciente, verdadero agente del vínculo”[3]. En la medida en que el analista con su acto recuerde la banalidad del sentido de las palabras, opere como el dedo elevado de San Juan tal como Lacan evoca en “La dirección de la cura”, señalando cómo somos hablados, que la referencia del lenguaje no existe, hará presente la perspectiva de lo real más allá de la realidad.

En este sentido, la ironía sirve muy bien a la posición del analista a la hora de perturbar los ideales sociales y revelar su naturaleza de semblantes respecto a un real que sería del goce. “Está más bien, como Sócrates, para hacer temblar, para hacer vacilar los ideales, a veces simplemente poniéndolos entre comillas, quebrando un poco los significantes-amo de la ciudad”[4]. Sin embargo, por otro lado, Lacan nos enseñó que los ideales son semblantes, arbitrarios, pero que esos semblantes son necesarios. La sociedad se sostiene gracias a sus semblantes, no hay sociedad sin identificaciones. Entonces si, por un lado, es cierto, el padre es un semblante, y, sí, se puede prescindir de él … sin embargo, no hay que olvidar que ¡a condición de saberlo utilizar!

Pensar la presencia del analista como la provocación de un despertar implica, necesariamente, sostener un deseo vivo. Seis años antes de su Seminario 11, en el texto La dirección de la cura y los principios de su poder, paradójicamente, Lacan dará al analista el lugar del muerto, dejando el yo a un lado para que pueda surgir el lugar del Otro para el sujeto, el inconsciente, su verdadera pareja, en el registro de lo simbólico. Es el lugar de la causa de la división del sujeto que Lacan formalizará más adelante con la función del objeto a, presencia irreductible.

Para finalizar, cabe mencionar el concepto de “acción lacaniana” que Jacques-Alain Miller ha propuesto para nombrar en el seno de la Asociación Mundial de Psicoanálisis la política de incidencia en los ámbitos políticos y sociales como el correlato del acto analítico en la sociedad. Si Lacan ha formulado que «No hay clínica del sujeto sin clínica de la civilización» es porque la topología del inconsciente lacaniano –allí donde el analista manifiesta su presencia- resulta, entre un afuera y un adentro, de una extimidad irreductible. ¿Cómo el deseo del analista pudiera, entonces, prescindir de la ciudad y la época?

 

[1] Miller, J.-A., El psicoanálisis, la ciudad y las comunidades.

[2] Lacan, J., El Seminario Libro 11 Los cuatro conceptos fundamentales del psicoanálisis, Editorial Paidós, p. 129.

[3] Bassols, M., Presencia del analista, Cuadernos del INES Nro 14, Editorial Grama, p. 99.

[4] Miller, J.-A., El psicoanálisis, la ciudad y las comunidades.