Argumento
En la historia de la humanidad y del pensamiento universal muchos se han ocupado del amor: la filosofía, la literatura, las religiones, el teatro, el cine, los poetas. Hombres, mujeres, jóvenes y viejos, a todos les ha preocupado -y a veces, con suerte, ocupado-, el tema del amor.
Las venturas y desventuras del amor suelen ser la razón de que muchas historias sean contadas. Amores fuertes y frágiles, potentes y sutiles, duraderos y fugaces, felices y tortuosos, los amores hacen hablar. Amores de pareja, fraternos, filiales, eróticos, apasionados, amistosos, sacrificiales, altruistas, egoístas, demasiado cuerdos, demasiado locos… Cuántas y cuán variadas formas y secretos esconde su fórmula de universales imposibles, goces acarreados y deseos enredados!
Será por eso quizás que en nuestro tiempo -aquel que se deja tentar tanto por la cifra y el cálculo homogeneizante como por la promoción infinita de los goces prêt-a-porter-, podemos preguntarnos no solo por los problemas del amor sino, tal vez, si no es el amor mismo el que está en problemas. ¿Son estos tiempos hipermodernos malos tiempos para el amor?
El psicoanálisis inventó un nuevo amor que llamamos transferencia y que es el lazo que une al analizante con el analista para que un análisis sea posible. Un amor con todas las letras, que conjuga en sus vicisitudes el saber, el goce, el deseo, el fantasma y el síntoma. Un amor que se recorre, se desbroza, se embrolla y desembrolla para que otros amores devengan en nuevas versiones de sí mismos.
En estas jornadas los psicoanalistas y los interesados por el psicoanálisis, convocados por un lazo de trabajo y a partir de la causa que nos anima, nos reuniremos para investigar y dirimir qué dice el psicoanálisis acerca del amor explorando, a su vez, a través de nuestra práctica, cómo interviene nuestro ejercicio sobre los embrollos del amor.
Directorio Sede NEL-Ciudad de México
Referencias Bibliográficas
por Aliana Santana y Edgar Vázquez
08:30
Registro
09:00
Apertura
Viviana Berger
09:15
09:30
10:30 – 11:45
I Mesa clínica de la transferencia y el amor
Comenta: Marcela Almanza y Aliana Santana
Un amor que espera
Fernando Eseverri
El amor de transferencia: Mira!!! Tu brazo
Betsy Arguello
Algo sobre la diferencia
Carmen García Rivera
11:45 – 12:45
Panel «Por amor al arte»
12:45 – 13:15
Comida
13:15 – 14:30
El amor en la narcoguerra
Aldo Avila
Llamada por otros nombres
Edna Gómez Murillo
Respirar por cuenta propia
Fernando España
Aferrada
Paloma Roa Rojas
14:30 – 15:45
II Conferencia
15:45
Cierre
ELENCO EXPRESIÓN ARTÍSTICA
Aguirre Sánchez Carlos Antonio – Alfaro Mazín Mónica – Fajardo Castillo Anaid Sophia – Martínez González Victoria Lizbeth – Martínez de León Sergio Michel -Montalvo Aviles David Alberto -Parra Ruíz Bianca Denisse – Porras Izquierdo Daniela Ruth – Ramos Villa Andrea Valeria – Reyes Carpinteiro Rubén Saúl – Robles López Viridiana del Rosario – Ruiz Gaytán Sharon – Suárez Martínez Marily – Valdez Ramírez Roberto – Vega González Octavio – Villarreal Morales Lucía
Comisión Organizadora a cargo de Xóchitl Enríquez Carrola con la colaboración de Martha Aguirre, Eréndira Molina, Edgar Vázquez, Eduardo Barboza, Areli Leeworio, Carmen García Rivera
Boletín Ai.lov.iú: Viviana Berger, Diana Montes Caballero, Silvana Di Rienzo, Fernando Eseverri
Referencias Bibliográficas: Aliana Santana y Edgar Vázquez
Comisión Científica: Marcela Almanza, Viviana Berger, Aliana Santana, Ana Viganó
Imagen y Diseño: Camila De la Fuente
Constancias: Victoria Ferrero en solicitatuconstancia@gmail.com
Fecha: 10/12/2016
Modalidad: Presencial
Lugar: Alianza Francesa de Polanco
Auditorio María Felix
Sócrates # 156 Col. Los Morales Polanco
Informes: informes.jornadas.cdmx@nel-mexico.org
(55) 7028 4439
Cuota de recuperación:
Datos para el pago: Banco Banorte
N° Cta. 0326428652
Nueva Escuela Lacaniana
Clabe Interbancaria 072180003264286528
Enviar el comprobante de pago a: asistente.nel.mexico@gmail.com
Convocamos a los miembros, asociados y cartelizantes clínicos a enviar un material para discutir en las mesas clínicas.
Fecha límite de entrega: 25 de noviembre
Extensión: 6.000 caracteres con espacios, en letra Times New Roman 12, a espacio sencillo.
E-mail para el envío de los textos: mesas.clinicas@nel-mexico.org
No se recibirán trabajos que excedan esta longitud.
Al momento de enviar las contribuciones, se debe estar inscrito en las I Jornadas de la NEL-CDMX.
La selección de los trabajos será realizada por una comisión conformada por todos los más unos de los carteles clínicos.
Un despertar
¿Cuál podría ser la incidencia política un poco más allá de esta presentación negativa?
Tal vez cierto efecto de despertar. Un despertar respecto de aquello de lo que en
definitiva se trata en los ideales sociales: del goce y de la distribución del plus-de-gozar.
(Jacques-Alain Miler)
Desde hace tiempo los analistas hemos afrontado el desafío ético de hacer a un lado la rutina del consultorio y asumir una presencia en los dispositivos comprometidos con la salud mental en nuestras ciudades, así como en los debates públicos con el Otro social. En este aspecto, no cabe desconocer que, más allá de la vigencia del discurso del analista y sus consecuencias prácticas, en una perspectiva más amplia, se trata del consentimiento a la convocatoria de Lacan de alcanzar “una incidencia política donde el psicoanalista tendría su lugar si fuese capaz de ello”[1]. Por supuesto, para estar a la altura de la época, ello exige al deseo del analista el miramiento por los síntomas de la actualidad, los impases en lo social, y el aggiornamiento permanente respecto de los discursos emergentes que se imponen al compás de cada tiempo.
Ahora bien, ¿De qué presencia se trata?, ¿Cómo pensar esa presencia?
Más allá del analista causa del trabajo del sujeto supuesto saber, correspondiente a la dimensión transferencial del inconsciente, encontramos una clara orientación en el Capítulo X del Seminario 11 Los cuatro conceptos fundamentales del psicoanálisis. Allí Lacan nos advierte sobre la presencia del analista, primordialmente, como una manifestación del inconsciente. Y es sólo desde ahí como tiene lugar su presencia real, más allá del par imaginario del a-a´, desidealizando, a su vez, la figura y la persona del analista, para reducir su función a la de un resto, “un resto fecundo” –en tanto una presencia muy particular que se pone en juego solamente en el arte de escuchar del analista. “El arte de escuchar casi equivale al del bien decir”[2].
Como vemos, ello no será ciertamente exclusivo de la experiencia analítica. Esta función estará activa en todos los vínculos donde se trata de la relación del sujeto con el saber y el goce. “Se trata en estos vínculos siempre de una relación transferencial encarnada en la persona que se supone agente de la acción, pero esa atribución de saber a la persona deja en realidad encubierta la relación del sujeto con el saber de su propio inconsciente, verdadero agente del vínculo”[3]. En la medida en que el analista con su acto recuerde la banalidad del sentido de las palabras, opere como el dedo elevado de San Juan tal como Lacan evoca en “La dirección de la cura”, señalando cómo somos hablados, que la referencia del lenguaje no existe, hará presente la perspectiva de lo real más allá de la realidad.
En este sentido, la ironía sirve muy bien a la posición del analista a la hora de perturbar los ideales sociales y revelar su naturaleza de semblantes respecto a un real que sería del goce. “Está más bien, como Sócrates, para hacer temblar, para hacer vacilar los ideales, a veces simplemente poniéndolos entre comillas, quebrando un poco los significantes-amo de la ciudad”[4]. Sin embargo, por otro lado, Lacan nos enseñó que los ideales son semblantes, arbitrarios, pero que esos semblantes son necesarios. La sociedad se sostiene gracias a sus semblantes, no hay sociedad sin identificaciones. Entonces si, por un lado, es cierto, el padre es un semblante, y, sí, se puede prescindir de él … sin embargo, no hay que olvidar que ¡a condición de saberlo utilizar!
Pensar la presencia del analista como la provocación de un despertar implica, necesariamente, sostener un deseo vivo. Seis años antes de su Seminario 11, en el texto La dirección de la cura y los principios de su poder, paradójicamente, Lacan dará al analista el lugar del muerto, dejando el yo a un lado para que pueda surgir el lugar del Otro para el sujeto, el inconsciente, su verdadera pareja, en el registro de lo simbólico. Es el lugar de la causa de la división del sujeto que Lacan formalizará más adelante con la función del objeto a, presencia irreductible.
Para finalizar, cabe mencionar el concepto de “acción lacaniana” que Jacques-Alain Miller ha propuesto para nombrar en el seno de la Asociación Mundial de Psicoanálisis la política de incidencia en los ámbitos políticos y sociales como el correlato del acto analítico en la sociedad. Si Lacan ha formulado que «No hay clínica del sujeto sin clínica de la civilización» es porque la topología del inconsciente lacaniano –allí donde el analista manifiesta su presencia- resulta, entre un afuera y un adentro, de una extimidad irreductible. ¿Cómo el deseo del analista pudiera, entonces, prescindir de la ciudad y la época?
[1] Miller, J.-A., El psicoanálisis, la ciudad y las comunidades.
[2] Lacan, J., El Seminario Libro 11 Los cuatro conceptos fundamentales del psicoanálisis, Editorial Paidós, p. 129.
[3] Bassols, M., Presencia del analista, Cuadernos del INES Nro 14, Editorial Grama, p. 99.
[4] Miller, J.-A., El psicoanálisis, la ciudad y las comunidades.