Imperio de los signos … imperio de los semblantes
Jacques Lacan

Del vacío evocador que situamos entre corchetes en nuestro abordaje del sujeto al parlêtre, inauguramos una nueva serie: aquella en cuyas intersecciones nos convoca elucidar nuestro referente siempre real en torno de lenguaje y goce. Movilización de sentidos y de saber. Extranjeros, hasta el punto de no ser recíprocos indagaremos algunos de los tópicos de un acontecimiento poco interrogado y muchas veces reducido a mera consistencia filosófica como ilusión universitaria que alimenta provistas de crítica e ideología. La interlocución Roland Barthes – Jacques Lacan. Barthes lector de Goethe, de Freud, de Sócrates, del joven Werther y de Lacan en la École des hautes études bajo el signo de la semiología. Nada hay más deprimente que imaginar el Texto como un objeto intelectual (de reflexión, de análisis, de comparación, de reflejo, etc). El texto es un objeto de placer. Abordaremos las construcciones y resituaciones del cuerpo-escritura que produce lenguaje e indaga acerca del sueño de un grado cero; la querella del objeto (transcicional o causa); algunas de las formas sujeto enamorado / discursos amorosos; su actualidad y antimodernidad en el corazón de la experiencia y las decisivas consecuencias del significante que como subraya Jean-Claude Milner (L´amour de la langue, 1978) encarna clave en lalengua, en tanto las figuras de agentes que son efectos suyos.